GESTIÓN DEL CONFLICTO

Un conflicto es una manifestación de intereses opuestos, en forma de disputa. Tiene muchos sinónimos: pelea, discrepancia, desavenencia, separación, todos con una valoración negativa a priori. Vale la pena detenerse en que el conflicto es una construcción social diferente a la violencia, que puede involucrarla, así como puede no hacerlo.

Los conflictos son situaciones en las que dos o más personas tienen intereses contrapuestos que no pueden desarrollarse al mismo tiempo, es decir que de concretarse uno, el otro quedaría anulado.

Muchas veces se entra en situaciones conflictivas gracias a la escasez de recursos, aunque la abundancia de un recurso también puede ser motivo de conflicto, ya que las personas podrían luchar para obtener el control, y por consiguiente los beneficios que provee ese recurso.

El conflicto, como se dijo, supone una divergencia en los intereses de dos partes necesarias con respecto a un mismo fin, por lo que para su resolución deberán seguramente aceptar que ninguno de los dos objetivos podrá satisfacerse completamente.

El conflicto es interpretado a menudo como algo negativo en las relaciones interpersonales y sociales. En principio, los conflictos en sí mismos, y desde un posicionamiento holístico y global, pueden ser un elemento potencial de crecimiento y desarrollo. Es la gestión del conflicto lo que acabará de dar el matiz positivo o negativo a la situación conflictiva. En las relaciones grupales y en las organizaciones, como en otros ámbitos de nuestra vida cotidiana, se producen situaciones conflictivas porque el conflicto es inherente a la acción humana.

FORMACIONES:

  • GESTIÓN DEL CONFLICTO INTERNO
  • MEDIACIÓN CON LOS CLIENTES
  • GESTIÓN DEL CONFLICTO EN EQUIPOS